Antonio Orozco reflexiona sobre el valor del tiempo con trece canciones íntimas que presentará en una gira por toda España

Antonio Orozco acaba de publicar El tiempo no es oro, un álbum que él mismo define como «el mejor de su vida». Más que un conjunto de canciones, este trabajo representa una profunda declaración sobre lo esencial, lo intangible y lo verdaderamente valioso.

Con trece temas inéditos, entre los que destacan títulos como Te juro que no hay un segundo que no piense en ti, Te estaba esperando o Lo inevitable, Orozco abre su corazón y construye un relato sincero, lleno de emociones y vivencias personales.

El disco nace con una intención clara: cuestionar la idea de que el tiempo es oro. Para Orozco, el tiempo va mucho más allá. Es vida, es aprendizaje, es memoria. «Ya le gustaría al oro ser tiempo», afirma. Y añade: «Si pudiese pedir un deseo, pediría más tiempo: para aprender, para compartir, para vivir, para parar… y sobre todo, para seguir».

En un contexto en el que la velocidad parece marcar cada aspecto de la vida, el artista lanza también una crítica al ritmo frenético que nos aleja del presente. «Este álbum es mi nuevo sistema operativo», explica. «Elimina errores que dábamos por hechos. Es la verdad que nunca contamos, lo que siempre olvidamos, lo que tanto temimos».

Antonio Orozco
Antonio Orozco

Para celebrar el lanzamiento, Orozco presentó el disco en la Galería de Arte David Bardía, acompañado por una exposición del artista Pepe Baena, donde cada canción fue interpretada como una obra visual. Una fusión entre música y arte que refuerza el carácter introspectivo del proyecto.

El álbum ya está disponible en diferentes formatos físicos, y se convertirá en el eje central de La gira de mi vida, que recorrerá 25 ciudades españolas. La gira comenzará el 5 de junio en Mérida y concluirá el 10 de diciembre en el Movistar Arena de Madrid.

Con este nuevo trabajo, Antonio Orozco no solo reafirma su madurez artística, sino que invita al público a detenerse, mirar hacia dentro y valorar lo que realmente importa. Porque, como él dice, “el tiempo no es oro, es muchísimo más”.