La artista rumana INNA desató una fiesta en su esperada parada del Echoes Tour, con un show de hits, emoción y conexión con el público
Madrid vibró al ritmo del pop electrónico y el dance internacional con la llegada de INNA y su Echoes Tour. La artista rumana ofreció un concierto inolvidable en una Sala La Riviera completamente llena. Sus fans, que agotaron las entradas semanas antes, disfrutaron de una noche cargada de energía, cercanía y éxitos.
Desde el inicio, el ambiente fue pura euforia. Puntual a las 20:00 h, las luces se apagaron para dar paso al esperado show. INNA apareció sobre el escenario con una puesta en escena vibrante y un arranque explosivo con Hot, su hit más icónico, que desató la locura colectiva.
Durante una hora y media de espectáculo, la cantante combinó sus grandes clásicos con nuevas canciones, manteniendo una energía arrolladora y una conexión constante con el público. Amazing, Déjà Vu, Fade Away, Flashback, Heaven o More Than Friends fueron coreadas por toda la sala, convertida en una auténtica pista de baile.
Con cambios de vestuario, coreografías dinámicas y un sinfín de sonrisas, INNA demostró una vez más su dominio del escenario. No faltaron los gestos de cercanía: la artista se dirigió a sus fans en varios idiomas: rumano, inglés, italiano y español. Hasta se detuvo en pleno concierto para asistir a una seguidora que se había mareado, gesto que fue recibido con una ovación.
Uno de los momentos más especiales llegó con la interpretación de In Your Eyes y Up, donde los ritmos latinos encendieron aún más el ambiente. Para el cierre, INNA optó por una versión íntima al piano de Hot, bajando del escenario para cantarla junto a su público y poner así el broche final a una velada mágica.
Madrid se rindió ante INNA, que volvió a demostrar por qué sigue siendo una de las figuras más queridas del pop-dance internacional. Una noche que dejó claro que su conexión con los fans sigue tan viva y poderosa como siempre.