Más de dos horas de espectáculo lleno de baile en el que Lola Índigo no defraudó en ningún momento
A las 21:40 comenzaba a sonar música y Lola Índigo sale de su ya mítico huevo haciendo al público enloquecer. Los gritos entusiastas de los fans hacían un inmejorable inicio de show. La granaína da comienzo con Animal, una de sus canciones más conocidas, y el recinto empieza a temblar. Dos canciones más tarde, Discoteka, la canción más reciente que tiene junto a María Becerra convertía el pabellón 12 de IFEMA en una fiesta. Comenzaba con una intro de la mítica canción de Dónde están las gatas y una coreografía acorde a ello.
Palabras de agradecimiento al festival por permitirle hacer el último show del tour. Un espectáculo que cambia y evoluciona de forma constante. Las canciones que se han escuchado durante esta gira, puede que no se vuelvan a cantar en directo. A cambio, llegarán otras nuevas que querrán seguir conquistando el panorama musical. Lola Índigo incita a cantar, bailar y disfrutar para crear un recuerdo imborrable y, tras este pequeño discurso, continuó con el Turismo por Argentina cantando su colaboración con Sael. Para ello, al inicio de la canción dividió al público en dos, pidiéndoles ayuda con los coros.
Casi a capella comenzaba Toy Story pero no tardaba en romper para poner al público a bailar. Después, Lola índigo quiso hacer un recorrido por algunas de sus canciones más icónicas como La Niña de la Escuela, junto a Tini y Belinda; 4 Besos, con Rauw Alejandro y Lalo Ebratt; o Tiki Tiki, con Ptazeta. En esta última performance, las bailarinas que le acompañan tuvieron su propio momento para lucirse, donde demostraron, una vez más, su gran talento.
Entre tanto movimiento, luz y bailes, llegó un momento de calma. Una cinemática de transformación, como si de una Winx se tratase, daba paso al auténtico Dragón. La granaína volvía al escenario tranquila, con una capa y dispuesta a emocionar a todos los presentes con su siguiente tema. Una canción personal con la que puso los pelos de punta al público.
Tras las lágrimas llegan los Corazones rotos, colaboración con Luis Fonsi. Vuelve el movimiento al escenario con más canciones con las que los fans no pudieron evitar bailar. Hechizó al público con Mujer Bruja, haciendo auténtica Santería. Una unión entre canciones galáctica a juego con el vestuario, que caracterizó la primera mitad del show. Una combinación de luces, colores y sonidos que creaban un show original.
Tras mucho baile una vez más, llega un momento más tranquilo y el flamenco inunda todo el recinto para dar paso a De Plastilina. Después El Condenao, Si te vas y La primavera. Entre todas estas interpretaciones de un EP recién estrenado. Lola Índigo aprovechó para dar la noticia de que GRX no se quedaría ahí. Es un proyecto mucho más grande que eso y, entre todo lo que lo engloba, hay un documental que se estrenará próximamente.
Tras todas estas emociones y un momento más íntimo, otro pequeño “descanso”. Unos minutos en los que la música continuó sonando, con un mix de canciones que ya son himnos en la industria musical. Mientras los bailarines sobre el escenario acompañaban a los sonidos, esta vez con una estética distinta a la vista anteriormente en el concierto. Cuando la música paró, la estrella de la noche volvía al escenario con un look rojo nuevo y llevándonos de nuevo a Argentina para interpretar Ultravioleta.
Después, un momento de amor y cariño para compartir entre aquellas personas que habían ido acompañadas al concierto, pero también para dedicar a un ser querido quienes habían asistido solos. High, su primera canción junto a María Becerra y Tini.
“Quiero que os acordéis de esta noche y digáis: hoy he visto el show de mi vida”
Durante la noche hubo dos invitados muy especiales. El primero fue Álvaro de Luna, junto al que interpretó Mañana, canción que ambos comparten y que desde IFEMA se vivió de una forma especial. La segunda sorpresa vino cuando La Zowi apareció sobre el escenario para cantar Yo tengo un novio, canción que, en cuanto la enseñaron, el público no la paró de pedir.
También hubo hueco para lanzar mensajes más serios, aunque con el toque de Lola Índigo: “Harta de las canciones que hacen apología a las drogas o a la violencia. Menos drogas y más hacer el amor”
Finalmente, tras un momento de agradecimiento a todo su equipo y elenco de bailarines vuelve a sus orígenes con Yo ya no quiero na’. Pone q bailar de nuevo a todos los asistentes. Después de todo ello, las luces volvían a encenderse confirmando que el show había acabado y los asistentes acababan de ver el mejor espectáculo de su vida.