SobreZero lanza Hasta que el mundo estalle, su primer álbum, un viaje de cuatro años que refleja trabajo, ilusión y una conexión única con el público.
Nacidos en Madrid justo después de la pandemia, SobreZero ha aprendido a crecer en tiempos inciertos. Lo que empezó como un proyecto entre amigos se ha convertido en una de las bandas emergentes más prometedoras del panorama nacional. Tras cuatro años de trabajo constante, su primer disco, Hasta que el mundo estalle, llegó el pasado 25 de septiembre como una declaración de intenciones: energía, emoción y una pasión por el directo que ya se ha convertido en su sello.
Nos sentamos con ellos para hablar de los inicios, del largo camino hasta su primer álbum y de lo que viene después.
“Hay canciones del disco que ya se cantan más que los singles. Eso lo dice todo.”
El grupo nació en un momento complicado para la música en directo, justo después de la pandemia. ¿Cómo se formó la banda y qué os unió en ese momento?
La banda se formó porque uno de nosotros tenía en mente montar un proyecto musical, después de haber pasado por cosas que no tenían que ver con la música. Nos conocíamos de los campamentos de verano, de cuando éramos pequeños, y poco a poco fuimos reuniendo a la gente adecuada. Al principio fue raro, porque nuestros primeros conciertos, en 2021, fueron con la gente sentada y mascarilla. Pero más allá de eso, fue un comienzo muy natural.
Desde entonces, ¿cuál diríais que ha sido vuestro momento más decisivo?
El año pasado marcó un antes y un después. Fichamos por Warner y por una empresa de management. Después de tanto tiempo trabajando por nuestra cuenta, tener el apoyo de un equipo con experiencia y recursos fue un paso gigante. No solo por la parte profesional, sino porque sentimos que hay gente que confía de verdad en lo que hacemos.
El 25 de septiembre lanzasteis vuestro primer disco, Hasta que el mundo estalle. ¿Qué ha significado para vosotros este proyecto?
Ha sido un sueño cumplido. Desde pequeños queríamos sacar un disco como banda, y haberlo hecho juntos lo hace aún más especial. Nos encanta el formato álbum, aunque ya no esté tan de moda. Trabajarlo desde la composición hasta la grabación ha sido increíble. Ha tardado en llegar, pero ha merecido la pena: queríamos hacerlo bien, con la calidad y el tiempo que necesitaba.
¿Las canciones son todas nuevas o habéis rescatado temas antiguos?
La mayoría son nuevas. Quizá dos o tres ya las habíamos tocado en directo, pero casi todo se compuso pensando directamente en el disco.
¿Las canciones son todas nuevas o habéis rescatado temas antiguos?
La mayoría son nuevas. Quizá dos o tres ya las habíamos tocado en directo, pero casi todo se compuso pensando directamente en el disco.
Hay una canción con ese nombre que, de alguna forma, resume todo lo que somos. Es nuestra carta de presentación, una declaración de intenciones. Además, se ha convertido en el emblema de nuestros conciertos: es la que la gente más canta y salta. Representa bien la energía y el espíritu del álbum.
¿Tenéis alguna canción favorita dentro del disco?
Depende del momento. Vamos cambiando, pero Interferencias es una de las más especiales. También Todo Timbra, que en directo gana muchísima fuerza. Y Camino Elegante, que nos ha acompañado mucho preparando los conciertos.
Hablando de directos, ¿habrá nueva gira en 2026?
Sí, y con muchas ganas. Lo más bonito de sacar un álbum es poder defenderlo en directo. Esta gira es con la que habríamos soñado hace años, así que la vamos a disfrutar al máximo.
¿Habrá alguna sorpresa respecto a conciertos anteriores?
Sí. Nunca habíamos tocado un álbum entero. Ahora, por primera vez, podremos tocar todas las canciones del disco. Probablemente con el tiempo añadamos alguna más, pero de momento queremos centrarnos en este repertorio.
El directo es una parte esencial de SobreZero. ¿Cómo habéis conseguido trasladar esa energía al disco?
Era un reto importante. Siempre nos habían dicho que sonábamos muy diferentes en directo, así que queríamos que el disco captara esa misma fuerza. Lo conseguimos gracias a nuestro productor y al equipo que nos ha acompañado. Trabajamos con Juan y Felipe Guevara, que son unos auténticos referentes, y han sabido darnos el sonido que soñábamos desde el principio. Hay una diferencia abismal respecto a lo anterior, y eso nos hace muy felices.
¿Pensáis ya en lo que viene después de este primer disco? ¿Alguna colaboración soñada?
Muchas cosas, sin duda. Este es solo el primer paso. Queremos seguir sacando más discos y seguir creciendo. En cuanto a colaboraciones, nos encantan las que surgen de forma natural, cuando conectas con alguien y compartes una visión parecida. Más allá de los nombres grandes, lo bonito es juntarte a crear con gente que te inspira.
El disco lleva ya un mes fuera. ¿Cómo ha reaccionado la gente?
Increíble. No solo en números, que han sido los mejores hasta ahora, sino por lo que nos llega directamente del público. Nos escriben contándonos cómo las canciones se han convertido en parte de su vida, y eso es lo más bonito. En los conciertos de presentación, la gente se sabía todas las letras, incluso las canciones nuevas que no eran singles. Es una sensación indescriptible.
Si tuvierais que resumir Hasta que el mundo estalle en una sola palabra, ¿cuál sería?
Gasolina. Trabajo. Garra.
Tres palabras que resumen perfectamente el momento que vive SobreZero: una banda que avanza sin frenos, con los pies en la tierra, el corazón en las canciones y la mirada puesta en todo lo que aún está por venir.