En Kintsugi, Denom convierte las cicatrices en belleza, firmando su disco más íntimo y emocional hasta la fecha

El rapero madrileño Denom regresa con fuerza. Lo hace con Kintsugi. Un álbum introspectivo que se inspira en la técnica japonesa que repara cerámica rota con oro, bajo el sello de stikmusic. Esta metáfora da sentido a un disco que abraza las grietas personales en lugar de esconderlas. A lo largo de once canciones, el artista desnuda su alma. El viaje sonoro pasa por el dolor, la introspección y la aceptación. Kintsugi es un ejercicio de sinceridad brutal, construido en Japón y marcado por una profunda conexión emocional con su proceso creativo.

Denom
Foto: @magoinclan

El disco incluye temas como No puedo evitarlo, Libre, Super Tsuki o la propia Kintsugi. Cada pista es una confesión, una forma de curación, una cicatriz que brilla con orgullo.

La inspiración japonesa no solo está en el mensaje. También se refleja en algunos sonidos y en los videoclips, grabados en Tokio, que amplifican el universo del disco.Para este proyecto, Denom ha contado con su entorno más cercano. La portada fue diseñada junto a su madre, su tía y su hermana. La fotografía fue tomada por su cuñado. Kintsugi también es un homenaje familiar.

Con este trabajo, Denom reafirma su lugar en la escena urbana nacional. Aporta una propuesta sólida, personal y emocional que conecta con quienes buscan música con alma. El artista, con más de medio millón de oyentes mensuales en Spotify, ya ha colaborado con nombres como JC Reyes o Natos. Ahora da un paso más con Kintsugi, su obra más madura.

Kintsugi no solo es un disco, es un mensaje: las heridas también pueden ser arte. Y este álbum, sin duda, lo demuestra con cada verso.